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Arquitectos: Hennebery Eddy Architects
- Área: 10120 ft²
- Año: 2015
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Fotografías:Josh Partee
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En su forma más simple, una estación de bomberos cuenta con poco más que una vivienda con un garaje de gran tamaño. En su forma más compleja, representa los valores de su comunidad y funciona como una maquinaria altamente técnica para dar respuesta a las emergencias. Este entendimiento, influenciado con aspectos de la historia del lugar y el contexto, fue la inspiración en el diseño.
Dominando sobre campos sembrados y las montañas Cascade, la estación de Bomberos 76 sirve a una comunidad de la agricultura familiar y guarderías. La evidente belleza del entorno rural impregnada de edificios agrícolas sencillamente formados, texturados de materiales simples y prácticos, principalmente madera y metal, sirvió de inspiración para el concepto de edificio.
El enfoque funcional de la estación: el fuego - un elemento de belleza y destrucción - guió el tratamiento de los materiales. Se utilizó madera recuperada de un granero cercano, con un diseño que incluía carbonizar la superficie de la madera con una técnica tradicional japonesa llamada Shou Sugi Ban. En efecto, la quemadura proporciona protección contra la putrefacción, decaimiento, y los insectos, y transforma lo destructivo del fuego en una imagen de belleza.
La estación se divide en dos volumenes: uno abovedado enchapado en metal de garaje y otro de baja altitud, revestido en madera, para el alojamiento. Los aparatosos arcos Tudor de madera laminada, celebran su fuerza y precisión estructurando la bóveda machihembrada de cedro que cubre los motores. Recubierto con tableros oscuros, listones recuperados y revestimiento carbonizado, el alojamiento se gira para enfrentar las montañas, ofreciendo santuario, mientras que el estacionamiento revestido de metal se orienta hacia la carretera, presentando la característica más reconocible de una estación de bomberos hacia el publico. Pórticos rojos de cedro occidentales tallan la estructura del alojamiento, protegiendo los espacios exteriores del viento, y proporcionando una rica comparación con la madera carbonizada adyacente. El cedro continúa hacia el interior del edificio, en torno a los espacios de reunión, mezclando el interior con el exterior. La luz del día llena los espacios, destacando los tonos cálidos de madera.
La estación destaca el fuego, convirtiéndolo en una característica de la protección y la belleza; proporcionando un legado para la comunidad rural, reflejando su contexto, tanto en su volumetría como en sus materiales; y honrando las maquinarias técnicas que dan respuesta a las emergencias.